RecomendadOZ, Top 5 joyas del Caribe

No todo es Punta Cana en el Caribe! Este mar es tan hermoso como inmenso, por eso hoy armamos un top 5 con las joyas del Caribe.

Cartagena de Indias (Colombia)

En las orillas del Mar Caribe, al norte de Colombia, encontramos a la reina de la costa del Caribe, Cartagena de Indias. Uno de los puertos más importantes de América en el siglo XVI, convertido en un destino turístico y cultural único.

Su patrimonio artístico y cultural; su rica historia y sus bellezas naturales impactan a cualquier turista que ose pasar por allí. Es imposible no transportarse a la América colonial con el Castillo de San Felipe, el Palacio de la Inquisición, la Torre del Reloj, las murallas y sus calles coloniales. Ni se puede evitar enamorarse de las playas de la Boquilla y las islas del Rosario y de Barú.

Sin dudas, la Ciudad Vieja, amurallada por 13km de piedras originales, es su principal punto de atención. Allí, las calles de adoquines, los edificios coloridos, los balcones con vistas majestuosas a las iglesias y las plazas bordeadas de palmeras, permiten respirar una atmósfera histórica.

Pero en Cartagena no todo es historia, su clima tropical se complementa perfectamente con las playas con arenas blancas, palmeras y aguas cristalinas de la Isla de Barú; así como también de los arrecifes de coral de las Islas del Rosario.

Te recomendamos visitar el Mercado Bazurto y deleitarte con los jugos de frutas exóticas. Tomarte una limonada de coco, ideal para refrescarte a cualquier hora del día. Tampoco podes volver sin probar su cazuela de mariscos; un estofado a base de leche de coco con una gran variedad de pescados, camarones, langostinos, ostras y calamares. Mmm!

Isla de San Andrés (Colombia)

Frente a las costas de Nicaragua, inmersa en el mar Caribe, la pequeña isla de San Andrés forma parte del archipiélago del Caribe colombiano junto a Providencia y Santa Catalina.

Ya desde la ventanilla del avión, San Andrés encanta a los turistas con su maravilloso mar de los siete colores. Dependiendo de la hora y el lugar, se pueden apreciar diversos tonos en el mar. Un espectáculo visual que engloba una gama de colores desde azul profundo hasta verde traslúcido, pasando por los naranjas, rosas y púrpuras del amanecer y atardecer. Repleto de peces y arrecifes de corales, el archipiélago es el hogar de 85 especies de coral. Fue calificado por la UNESCO como Reserva Mundial de la Biosfera, por su papel clave para la salud del planeta.

Quienes visitan la isla, además de bañarse en piscinas naturales y nadar entre mantarrayas, pueden disfrutar del ecoturismo, los deportes acuáticos, ir de compras y terminar la noche al ritmo del reggae característico del lugar. Por supuesto, mires a donde mires, nunca te faltará la sonrisa de un lugareño, que derrochan simpatía por doquier.

Bayahíbe (República Dominicana)

Este pueblo de pescadores sobre la costa del Mar Caribe, a 16Km de La Romana, se ha convertido en uno de los destinos turísticos por excelencia y en un verdadero referente del turismo de sol y playa.

Cada vez son más los que se dejan llevar por el encanto de sus suaves arenas blancas y aguas cristalinas, que nada tienen que envidiarle a Punta Cana o a la Riviera Maya. Con manantiales de agua dulce cristalina, impactantes arrecifes de coral, una amplia oferta de deportes marítimos, el Parque Nacional con sus lagunas, vida silvestre y gran variedad de aves, Bayahíbe se lleva todas las miradas.

Amarás bucear y practicar snorkelling en las cálidas aguas del Caribe, entre arrecifes de corales y peces de tantos colores que seguro no te imaginabas que existían. Además, los tres barcos naufragados (Atlantic Princess, St. George y Coco), seguro le dan un toque más aventurero a tu experiencia de buceo.

Y si todavía querés más actividades, en la gran variedad de hoteles all inclusive que tiene Bayahíbe encontrarás actividades de animación, shows y discotecas para disfrutar durante la noche.

¿Sabías que Bayahíbe tiene su propia flor autóctona? Se llama flor de Bayahíbe y no se la puede encontrar en ninguna otra parte del mundo, ni siquiera en otra parte de República Dominicana!

Aruba

Está ubicada al sur del mar caribe, al noroeste de Venezuela, bañada del cálido mar cristalino, tiene finas arenas blancas, vientos alisios que traen brisas refrescantes y con un sol constante que la abraza como su dulce hogar. Por todo esto, Aruba es la isla feliz del Caribe.

Ofrece un abanico de posibilidades para disfrutar durante las vacaciones. Relax en playas paradisíacas, hermosas vistas, maravillas naturales y delicias culinarias como pocos en el Caribe. Pero la isla también cuenta con un gran espíritu aventurero por tierra y por mar. Windsurf y kitesurf; buceo, snorkel, kayaks y canoas; la maravillosa piscina natural oculta de "Conchi", cuevas y rocas antiguas para recorrer a pie, a caballo o en todoterreno.

También es cultura y arte. Aruba tiene una cultura tan diversa como armoniosa, por sus orígenes tiene influencias históricas españolas, holandesas e inglesas, que se ven reflejadas  en los coloridos tonos pastel de sus calles, las paredes de San Nicolás repletas de obras de arte, la música calipso que suena por doquier y la buena energía de los lugareños; haciendo que se respire y contagie ese clima de felicidad.

Curazao

Destacada por sus playas espectaculares, los atardeceres deslumbrantes, sus extensos arrecifes de coral y la abundante fauna marina, las playas de Curazao tienen, sin duda, el sello de calidad del Caribe. Algunas de ellas son privadas, pero vale la pena pagar por acceder a las exclusivas playas de Porto Marie y Cas Abou, denominadas "las mejores del Caribe". Ambas permiten a los buceadores disfrutar del fondo marino en todo su esplendor. Aunque, si de bucear se trata, un "must" es la Cala de Playa Kalki, la pared coralina subacuática, donde se pueden apreciar langostas, anguilas y una infinidad de peces de colores.

Para los que disfrutan en familia las vacaciones, Mambo Beach es la opción. Ubicada junto al Sea Aquarium, permite ver a los delfines y alimentar tiburones. Una experiencia inolvidable tanto para chicos como para grandes. Aunque, para éstos últimos, Curazao les tiene reservada la noche, momento en que todas sus playas se convierten en auténticos clubes nocturnos, donde la fiesta perdura hasta altas horas de la madrugada.

Si bien, quienes llegan a la isla lo hacen en busca de sol y playa, no hay quien no se deslumbre con su capital Willemstad y su rica historia. Caracterizada por los edificios coloniales coloridos, recoge un estilo europeo y con raíces africanas. Sus dos barrios (Panda y Otrobanda) unidos por el Puente de la Reina Emma, que atraviesa la Bahía de Santa Ana, ofrecen todo tipo experiencias. Se puede revivir la época colonial visitando la sinagoga más antigua del continente Mikve Israel-Emanuel, el fuerte de Amsterdam o el Museo Kura Hulanda en el puerto, dedicado a las rutas holandesas de tráfico de esclavos africanos, que pasaban por el Caribe rumbo a Europa. Como también ir de compras por las peatonales de Punda, con un estilo muy holandés, conseguir artículos europeos, artesanías y licores típicos del Caribe.

Puerto Vallarta

¿Quién se resiste a unas vacaciones bajo el sol teniendo en la costa oeste de México a Puerto Vallarta? Famoso por sus playas, los delfines y los deportes acuáticos, ofrece también una gran vida nocturna, repleta de restaurantes, bares y clubes.

Combina el acervo cultural mexicano con bellezas naturales. Sus playas de aguas cálidas hacen pensar que estamos en el Caribe, sus montañas y la vegetación exótica aportan un paisaje sorprendente. Caminar por calles de adoquines del centro histórico, ver su arquitectura antigua y colorida, la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, pasear por "El Malecón" con sus esculturas contemporáneas, los bares y cafés, nos hacen sentir que, sin dudas, estamos en México.

Puerto Vallarta es toda una aventura gastronómica! Los sabores de México se pueden disfrutar en una infinidad de puestos callejeros y pequeños comedores. Las comidas al paso, los típicos tacos y recetas con historias familiares que han pasado de generación en generación, permiten conocer un poquito más su cultura. Nada como caminar y comer en los puestos callejeros para acercarse a su gente y sentirse como un local más.